Gerard Ryle
El periodismo es un pilar de la sociedad, pero su trabajo no es enjuiciar o cambiar leyes

Gerard Ryle es reportero investigador, fue uno de los coordinadores de los reportajes de los Panama Papers, que revelaron un entramado internacional para la evasión de impuestos a través de paraísos fiscales orquestados por el despacho panameño Mossack Fonseca, investigaciones que sacudieron a la clase política de 90 países y provocaron la dimisión de varios funcionarios de primer nivel. El impacto de las revelaciones ayudó a impulsar reformas en los códigos tributarios en 54 países para combatir la evasión fiscal a través de paraísos fiscales. También impulsó al avance en el intercambio de información fiscal entre 90 gobiernos nacionales para ayudar a detectar a evasores de impuestos.


Ethos: ¿Cuál fue el impacto logrado por las revelaciones de los Panama Papers a nivel internacional?

Ryle: Revelamos que alrededor de 140 políticos en 50 países, incluyendo a 12 líderes mundiales que en aquel momento ocupaban cargos públicos y, por supuesto, tuvieron reacciones importantes, estaban involucrados.

Inicialmente se iniciaron investigaciones en 90 países, teníamos redadas policiales en Panamá, Perú, Colombia, Venezuela, Brasil, El Salvador y Suiza. El Parlamento Europeo creó un comité con 65 miembros y les tomó más de un año desahogar las investigaciones. 

En Nueva York los reguladores bancarios del Estado ordenaron a 13 bancos extranjeros, incluyendo a Deutsche Bank, Credit Suisse y Commerce Bank, que entregaran toda la información detallada que tenían sobre Mossack Fonseca.

Una de las historias que publicamos era sobre alguien en el comité de ética de la FIFA; básicamente revelamos que él era quien establecía las cuentas, en los paraísos fiscales, de personas que estaban implicadas en la investigación del FBI sobre la FIFA y tuvo que renunciar. 

Exhibimos a directivos y jefes de fondos de pensiones en Islandia que tuvieron que renunciar, el ministro de Industria de España tuvo que renunciar, un juez en Armenia, el regulador financiero de Taiwán, a un expresidente de El Salvador se le abrió una investigación, además del primer ministro de Paquistán y otro juez que tuvo que renunciar.

También se dieron las redadas en el Deutsche Bank; cuando 170 agentes alemanes investigaron al banco por lavado de dinero. Las acciones de ese banco básicamente se desplomaron y está en la mira de otros bancos para comprarlo.

E: ¿Por qué los Panama Papers tuvieron un impacto político y judicial notorio en unos países y en otros no?

R: Creo que existe una diferencia en cada país, dependiendo de otros factores que están en juego. Pienso que los periodistas no pueden hacer que sucedan esas cosas, nosotros solo podemos revelar la información, pero a partir de ahí depende de los gobiernos, de las instancias de procuración de justicia y los jueces, para que ayuden.

Te voy a dar un ejemplo: en Malta se desataron muchas protestas, pero nada pasó. Ahí revelamos que el jefe de gabinete del primer ministro estaba involucrado en compañías secretas. Hubo mucha intriga política relacionada con eso y en circunstancias normales uno esperaría que el gobierno cayera, pero eso no sucedió, el gobierno emplazó a elecciones y ganó la elección, básicamente porque la economía iba muy bien y ese fue el factor que le importó a la gente: el que le estuviera yendo bien, que la economía estuviera bien, no quería ningún cambio.

Cuando uno ve el mapa completo se puede preguntar: ¿por qué en unos lugares funcionó y en otros no?, dependía de qué tan fuertes estaban los otros pilares de la sociedad en ese momento, qué tan fuerte era el debate político o qué tan independientes eran las cortes.

Islandia es un ejemplo perfecto, porque el hecho de que el primer ministro tuviera una compañía offshore no era en sí una gran revelación, cuando vimos su nombre por primera vez no estábamos incluso seguros de que iba a ser una historia, porque él era un hombre de negocios antes de convertirse en político. 

Lo que hizo importante el hecho es que no lo había revelado, pero también que esta empresa resultó tener un interés financiero en los bancos de Islandia. El primer ministro se encargó de decidir, después del colapso del sistema bancario de su país, quién debía ser compensado, así que estuvo a cargo de retribuir a los accionistas de los diversos instrumentos financieros que rodeaban a los bancos, y por eso tuvo que renunciar. Fue el secreto más el hecho de que constituía un conflicto de interés porque no había revelado esto. 

Pero, de nuevo, ahí había un público que estaba dispuesto a marchar hacia el parlamento y exigir su renuncia y también un sistema político que tuvo que escuchar esas exigencias.

E: ¿Cuál es la importancia del periodismo de investigación en el combate a la corrupción?

R: Creo que el periodismo solo juega un papel muy pequeño. Somos un perro guardián, pero no podemos trabajar en un agujero, no es el trabajo de los periodistas enjuiciar o emprender acciones legales o aprobar leyes. Solo somos un pilar de la sociedad y, en este momento, creo que estamos atravesando un periodo en el que ya no importa si los medios de comunicación están amordazados en México, porque estas colaboraciones que ahora estás viendo se están replicando, son nuestros métodos de trabajo en todo el mundo. Verás muchas otras colaboraciones ahora en otros lugares latinoamericanos que harán que el viejo sistema mexicano sea irrelevante, porque si tienes una gran revelación pero no la puedes publicar en México, periodistas en otros países estarán tejiendo redes de colaboración y haciendo que se difunda la información. 

Ahora los medios tienen un gran problema comercial, pero en realidad tienen una muy buena oportunidad de servir mejor al público por lo que ha estado sucediendo. Es el internet el que hace que esto pueda suceder, podemos publicar en cualquier lugar y podemos elegir luchar por nuestra historia prácticamente desde cualquier país, eso es lo que hemos estado haciendo en los últimos años y nos ha estado funcionando muy bien. 

Puedo decir que soy un purista y no creo que los periodistas deban participar en la creación de políticas. Creo que lo que tenemos que hacer es revelar cosas que luego desencadenen políticas, pero no es nuestro trabajo involucrarnos en eso. No deberíamos estar haciendo lobby con políticos, ni siquiera estar aconsejándolos, incluso se podría argumentar que no deberíamos atestiguar en las indagatorias judiciales, excepto para dar información de nuestro trabajo de reporteo y no para dar opiniones. 

Podemos pensar que algo que sucede es terrible, pero solo podemos expresarnos en función de lo que estamos haciendo. No para cambiar la ley aunque veamos que esté mal, porque ese no es nuestro trabajo. 

E: ¿Qué importancia tienen estas redes de colaboración en la investigación de redes trasnacionales de corrupción?

R: Nunca hubiéramos podido tener tanto impacto con los Panama Papers si no hubiéramos reunido a 400 periodistas de todo el mundo para trabajar juntos en la historia. 

Lo que hacíamos era trabajar con medios que no pudieron publicar algunas de las revelaciones en su propio país, así que terminamos publicándolas en nuestros espacios del Consorcio. Luego se presentó un escenario extraño, porque ellos tuvieron que dar seguimiento a lo que nosotros estábamos reportando que, en realidad, eran sus propias historias. Pero lo bueno fue que el público se estaba enterando.

Por ejemplo, los periodistas suizos fueron muy cuidadosos cuando trabajaron con nosotros, se enfocaron en casos que revelaron que la ley se había violado, pero en otros países eso no es importante, no tienen que demostrar que se viola una ley.