Pedro Kumamoto
Requerimos un sistema judicial por meritocracia y no por designaciones amañadas o políticas

Pedro Kumamoto estudió la licenciatura en Gestión Cultural en el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente (ITESO) y actualmente hace un posgrado en Políticas Públicas en la University College London en el Reino Unido. Es fundador del movimiento Wikipolítica en Jalisco que lo llevó a ser el primer diputado independiente del estado en 2015. Actualmente es columnista en el diario El Financiero y busca la presidencia municipal de Zapopan por el partido político que fundó: Futuro. Tiene 31 años.


Ethos: ¿Cuál es el principal problema que enfrenta Jalisco en materia de corrupción?

Kumamoto: Las instituciones que se encargan de procesar estos delitos, faltas o infracciones no ejercen a plenitud sus facultades. En algunos casos por corrupción, en otros por omisión, en otros por falta de diseños institucionales que puedan tener dientes para sus planteamientos. Si bien podría decirse que ya existen instituciones para resolver estos problemas de corrupción, también es cierto que no se tienen las capacidades institucionales para cambiar eso. 

E: ¿Qué piensas del funcionamiento del sistema local anticorrupción?

K: Lo que alcanzo a presenciar es que está muy acotado en sus posibilidades reales de incidir en la vida pública. No veo que los tres poderes se lo tomen en serio, más bien lo ven como un elemento para legitimar aquellos espacios que les interesa, pero hasta ahí. 

E: ¿Se ven los nombramientos como cuota política?

K: En Jalisco no se dio tanto con la cuota política, más bien lo ven como un espacio de la academia, de algún activista, pero muy acotado. No lo ven como una amenaza, por ejemplo. 

E: ¿A qué presiones se enfrenta un legislador en Jalisco para revisar las cuentas del gobierno y encontrar actos de corrupción?

K: El principal reto tiene que ver con el tiempo y con las herramientas que se tienen para hacer esos análisis. Por ejemplo, con un órgano técnico de más de 20 personas la Comisión de Vigilancia iba revisando cada una de las cuentas públicas, eso significaría que cada diputada o diputado tuviera por lo menos dos o tres personas haciendo revisión de las cuentas públicas. Es imposible.  

E: ¿Cuáles fueron los motivos por los que votaste en contra de algunas cuentas públicas?

K: Que existían elementos probatorios de que habían existido subejercicios, que habían existido desvíos o que no cuadraban las cuentas de un municipio. Fueron elementos que nos permitieron tener claridad. 

E: ¿Cuál es la propuesta que tiene [el partido político] Futuro para combatir la corrupción?

K: Para nosotros es fundamental recuperar o construir un sistema judicial que permita el procesamiento de los casos, que se acabe la impunidad a partir de instancias como policías científicas preparadas para hacer los análisis conducentes, llevarlos ante ministerios públicos que no sean designados a partir de cercanías políticas, sino a partir de concursos públicos con elementos bien establecidos. 

Es fundamental la utilización de tecnología y los rastros del dinero. Nosotros estaríamos a favor de que existieran cadenas de blockchain que nos permitan identificar en dónde termina el dinero público, en los municipios o en el estado. 

E: ¿Qué cambiarías, por ejemplo, de los reportes de gastos de campaña ante el Instituto Nacional Electoral?

K: Las instituciones están planteadas hoy bajo una lógica de que los partidos van a hacer las cosas mal o de manera deshonesta. Es poco actualizado, por así decirlo, exigirle a quienes están donando que firmen los recibos con su firma autógrafa; o sea, se desincentiva a hacer las cosas de manera honesta. Nosotros lo hacemos a pesar de eso, pero sería más útil rastrear las transacciones a partir de recibos electrónicos o poder tener rastro de cada uno de los recursos que entran, que todo el dinero fuera bancarizado y que no existieran posibilidades de recursos en efectivo.

E: ¿En algún momento de tu vida como legislador te enfrentaste con algún cabildero que te quisiera presionar para modificar alguna ley, votar a favor o en contra o modificar un nombramiento?

K. Sí lo hicieron. No necesariamente con dinero, pero sí con propuestas relacionadas con obra pública, inauguraciones de obras o actividades que tenían que ver con la posibilidad de pararse el cuello como diputado y no tener que poner nada de dinero. 

E: ¿Cuáles crees que deberían ser las tres prioridades en el combate a la corrupción?

K: Una renovación profunda del sistema judicial para poder determinar desde una lógica de justicia abierta, de elección de magistraturas o de juezas y jueces a partir de procesos de meritocracia y concursos [de compras y adquisiciones públicas] abiertos sin designaciones amañadas o de un grupo político.

Otra tendría que ver con la muestra de casos emblemáticos que permitan saber que sí se está iniciando con un borrón y cuenta nueva. Es importante que existan acciones concretas que nos permitan darnos cuenta de que la justicia va más allá de los ojos de la política.

Y tercero, es importante encontrar un ánimo nacional respecto de esto. Tiene que existir una presión grande, tangible, que cueste votos, para que quienes toman decisiones entiendan que ya no hay más espacio para ello, que ya fue suficiente y no se va a seguir permitiendo, que quien cometa estos actos va a ser sancionado electoralmente. 

E: ¿Cuál debe ser el papel de la sociedad civil?

K: En la sociedad civil en muchas ocasiones se logra permear con el sentimiento de que las cosas tienen que cambiar o están mal, pero pocas veces se establecen mecanismos completos, procesos tangibles, con los que si una persona ve que las cosas están mal, pueda activarse y consumarse en una realidad. Un manual concreto contra la corrupción en tu entorno podría ser muy valioso para que quienes no se animan, lo hagan. 

E: ¿Qué debería incluir este manual?

K: Elementos de éxito de otros países o de otros estados con contextos similares que permitan entender cómo se acabó con la corrupción desde un ayuntamiento, cómo se detuvieron las transas en el puerto, cómo se evitó la utilización de dinero público en la compra de materiales electorales o propaganda. 

Que nos permita hacernos de experiencias para demostrar que sí hay casos de éxito contra la corrupción y que no son grandes conglomerados internacionales u organismos de la cúpula quienes lograron esta alianza contra la corrupción. No tiene nada de malo que venga de ellos, pero también, por ejemplo, de una señora de 50 años que vive en Matamoros y que está dispuesta a poner cinco horas para acabar con la corrupción de su municipio.